Realidad actual
La idea de entender una escuela exitosa primero debemos evaluar el entorno que genera este tipo de resultado. La flexibilidad para aprender y adaptarse es clave cuando analizamos por primera vez el clima exitoso de una institución educativa. Escuelas que aprenden, escrito por Peter Senge, analiza escenarios, construcción de relaciones y reflexión para demostrar formas de desarrollar una cultura de éxito tanto para el maestro como para el alumno.
El dominio de la acción y el dominio del cambio duradero, ambos con tres variables, deben fluir juntos en un flujo continuo de aprendizaje. Afirma: “Es un proceso continuo en el que las actitudes, los valores y las habilidades se refuerzan continuamente entre sí. La comunidad profesional actúa como un lugar donde se albergan nuevas ideas y se apoyan o albergan. Los maestros desarrollan un sentimiento de orgullo, empoderamiento y vigor. La interacción entre la comunidad profesional y los profesores es fundamental para desarrollar una cultura exitosa.
El Dominio de acción representa “los esfuerzos tangibles que puede realizar para crear una cultura de aprendizaje”. Las tres formas son: Ideas orientadoras: declaraciones explícitas de los principios y valores que la organización debe defender; y su propósito y dirección. Arreglos organizativos: son los medios por los cuales un sistema escolar pone a disposición recursos, que incluyen: políticas, espacio y tiempo, retroalimentación y comunicación. Método y herramientas: no se moleste en tratar de enseñar a las personas sobre una nueva forma de pensar. En su lugar, déles una herramienta que los lleve a una nueva forma de pensar.
El Dominio del cambio duradero tiene tres variables que incluyen: actitud y creencias, habilidades y capacidades y conciencia y valores. Sin embargo, Senge afirma que “las tres arquitecturas organizacionales deben unirse para reforzarse y generar un clima que genere nuevas actitudes, creencias, habilidades, capacidades, conciencia y valores”. Como explicó Senge, esto conduce a un cambio completo en la cultura.
En conclusión, este sistema fomenta tanto el éxito del estudiante como el del maestro. Fomentar el pensamiento libre y el desarrollo de nuevas ideas que hagan prosperar la institución educativa. Senge afirma que “sin arreglos organizativos que reduzcan el aislamiento y conecten a las personas y la información, los cambios no pueden arraigar y convertirse en parte del tejido del sistema escolar”.